Hola Yin Yenping alias Ramón.
Ahora mismo estoy en España, muy, muy lejos del 8B 37 (Afortunadamente). Sé que me echas de menos. Ya no me vas a ver cada vez que salgas de tu habitación (una vez cada tres días) después de pasar horas y horas con tu amigo: «internet«. Sé que he sido tu maestro y lo recordaré para siempre. De mi has aprendido como cocinar sin manchar, como limpiar la cocina después de cocinar, como usar la fregona. De mi aprendiste que es bueno limpiar el baño de vez en cuando, aunque tu estilo nunca me ha convecido (lo siento mucho por no corregirtelo) … eso de mojarlo todo con el mango de la ducha… ¡¡SÓLO CAMBIAS LA MIERDA DE SITIO!! Porfavor, usa la fregona también para el baño. Ahora, después de un curso de seis meses, ¡ya puedes estar orgulloso de ti mismo! Ya eres capaz de mear dentro de la taza. ¡¡Muy, muy bien!! Como habrás apreciado el baño ya no es amarillo (sobre todo entorno al retrete). Yo también no te olvidaré. Recordaré para siempre ese olor que salía de tu habitación cada vez que abrías la puerta y que me obligaba a cerrar la puerta de mi habitación y cerrar todas las ventanas del salón. Recordaré el olor que desprendía tu ropa que siempre era la misma ropa, día tras día. Y como última lección desde España: Porfavor, no te duches una vez cada DOS semanas, ¡no lo hagas! hazlo una vez cada TRES semanas… ahorrarás mucha más agua y tu habitación será igual que la nevera del de la «FIERA» (compañero de piso de Jordi, el del 8B 32). Lo que sí procuraré olvidarme (pero será imposible, como el resto) van a ser tus preciosos gallumbos amarillentos colgados en la barandilla delante de mi habitación. Como sé que hay mucha gente leyendo esto (lo siento Ramón), y que no se está creyendo nada de nada lo que estoy contando… una imagen vale más que mil palabras:
(y tenéis suerte, ya que la tecnología no nos permite enviar olores ni sabores)
Porfavor Ramón, si en el segundo semestre viene alguna chica… no pongas tus gallumbos en la barandilla. Ponlos junto a tus sujetadores (¡vaya tetazas tienes!), sé que debes de tener unos cuantos. Por cierto, deberías de cambiar el nombre de la suscripción a la revista tallas grandes (especial para mujeres alemanas), ya todos sabemos que eres Yin Yeping.
Ohhh, y tampoco olvidaré esas cenas que cocinabas para 12 personas y que te las comías tu solito en tu habitación, ¡menuda fiera! si en el futuro dejas de ser tacaño deberías probar el «Rambo Kebab«, seguro que te comerías hasta dos. Y si te sobrase algo, puedes hacer lo que haces siempre… ponerlo debajo de la cama, así cuando te despiertes por la noche con hambre ya no tienes que ir hasta la cocina.
Hay tantas cosas que pondría en esta entrada que no acabaría nunca. Así que para acabar quiero darte las gracias por todo. Y que, antes o después encontrarás este blog, ya que sé que eres un friki de internet y un egocéntrico de mierda y que vas a poner en google tu nombre: Yin Yeping. Lamentablemente no vas a encontrar un club de fans o una admiradora pervertida que ponga tus fotos en su blog, sino te vas a encontrar con esta mierda de blog con tu foto para que todos los futuros inquilinos del 8B 37 te reconozcan:
Gracias, Ramón. Gracias, de ti he aprendido muchísimo. Gracias por dejar pelos en el suelo del baño y por todos lados (después de cortártelo), gracias por dejar cosas pudriendose en la nevera y en la estantería, gracias por llamar a la policía (por cierto ya me ha llegado la carta de la multa y ya me tienen fichado).
Un abrazo y … te quiero mucho. (volveré para matarte, sé que vives en el 8B 37)
P.D.: Dale saludos a tu novia de … de dónde era? ahh sí de Australia. Y otro saludo a tu otra chica de Argentina. Contigo he hablado poco, y el noventa por cierto eran mentiras. Por cierto, Juan Carlos, el antiguo inquilino de mi habitación también te quería mucho.